“Ahora la gente espera de nosotros un nuevo trabajo práctico. Millones de personas, nuestros padres, hermanas, hijos e hijas - nos miran hoy con esperanza y confianza. Justificar esa esperanza y confianza, reforzar nuestros logros con nuevos resultados no debe ser nuestra única tarea, sino será nuestro deber humano. 

Evaluamos a los líderes de todos los niveles basándonos en los resultados concretos de sus actividades, no en palabras bonitas y elevadas.

Nos despediremos de cualquier dirigente que no respete las leyes y al pueblo, lo trate con rudeza y se exponga al azote de la burocracia y la corrupción, ya sea ministro o gobernador, o cualquier otro funcionario que dañe la reputación del Estado con sus acciones negativas.

Los sustituiremos por jóvenes educados que lleven una vida dedicada a la Patria y la nación.

Muchos jóvenes con potencial que han estudiado en prestigiosas universidades de nuestro país y del extranjero y han trabajado en grandes empresas se están uniendo a nosotros. Los veo como nuevos líderes del mañana, dirigentes hábiles de regiones, ramas e industrias”, declaró Shavkat Mirziyoyev.